una buena opción para pasar una mañana de sábado diferente fué llevar a mi hijo al parque a jugar, tener contacto con la naturaleza, hacer nuevos amiguitos y drenar un poco de toda esa energía que lo caracteriza. Finalizamos el paseo con una meriendita saludable de fruticas y pancito dulce que tanto le encanta.Este tipo de actividades no solo favorecen al niño, también a una como madre, poder verlo correr y jugar en un lugar amplio y seguro, respirar otro aire diferente al de la rutina diaria en casa ó trabajo y en el caso de algunos niños la guardería, resulta siendo muy saludable. El niño corre con la libertad que no puede hacerlo en otros espacios, comparte de una manera diferente con mamá y otros niños, los niveles de estrés de ambos bajan y al llegar a casa se habla de lo bien que se lo han pasado.
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